Esta afirmación rupturista surge tras uno de esos procesos
mentales de dejarse llevar, que en esta época suelen comenzar con algo que
tiene que ve con 'la caló que hase..'
He bajado hace un rato al patio a ver al chico que lleva la jardinería
y el mantenimiento en Las Dueñas, con el objeto de verificar que la
refrigeración esta funcionando correctamente. Desde luego mi pellejo de bicho
ya lo había confirmado, pero la circunvolución de control supremo de mi hermana
Fabiola no se conformaría con una afirmación tan rustica, así que bajé para
obtener un informe completo con un testigo de primera mano que se integrara con
la llamada - denuncia que ella había hecho unas horas antes a la empresa
responsable del sistema de refrigeración.
Los procesos mentales no se calman
con simples afirmaciones, requieren un completo trabajo de apaciguamiento, en
parte porque la propia mente, tan superior ella, no se va a conformar con una
promesa, con unos indicios de orden, con unas posibilidades. Ella no es tan
ingenua como el cuerpo, tan bobo, que cuando nota que la temperatura es baja siente
frio y cuando es alta siente calor. Esa sencillez hiere a la mente, la
exaspera, 'es tan inocente, tan capullo, se traga cualquier cosa'. Claro, 'un
bulto como esta carne, que nunca ha estudiado, que nunca ha seguido un debate
en Telecinco, que jamás hará una llamada', para contestar a la llamada perdida,
que te hicieron porque tu te equivocaste de numero y aunque pusiste 2 SMS y 1
Whatsap, no fueron leídos,... 'que mas da, este cuerpo solo será carne tonta y
conformista'.
Al bajar, caminando por la escalera, observo, como es
habitual, que de las ventanas del hueco de la escalera que dan al patio, están
abiertas las de los pisos 3, 4 y ático, así como la propia puerta de salida al
patio. A esta bella hora, 17:50, lo único que esta apertura aporta es un calor
de cojones. A unos metros de la puerta hallo al muchacho del mantenimiento y me
explica que hoy se ha cambiado un sensor de temperatura y que a partir de las
16.00 aproximadamente ya funcionaba la refrigeración correctamente. Mientras me
habla, miro las ventanas y puertas de los demás portales y compruebo que la
población de esta barreduela es impecablemente estadística, piso mas o menos,
ventana mas o menos, con la desviación estándar ajustada al 95%, todos meten
decididamente un calor de cojones en sus propios huecos de escalera.
La refrigeración pasiva es un hecho no solo conocido (ámbito
de la mente) sino practicado (ámbito del cuerpo - bicho) desde hace muy largo
tiempo en arquitecturas tradicionales. Desde el color de las viviendas (blanco)
a los elaborados sistemas que combinan aljibes subterráneos, patios y torres o
minaretes, para mantener las temperaturas de nuestro entorno lo mas agradables
posible. Y, ¿saben al final quien disfruta de ese agrado? El tonto el culo del
cuerpo, esa cosa boba, bulto, ese es el que se lleva el disfrute.
Pero quizás eso solo pase allí donde doña sofisticación
(mente) no pone muchos reparos en convivir con don termómetro. AQUI es
diferente. Y este AQUI no solo abarca la barreduela, la calle, el barrio
entero, la misma Sevilla. Excede países y continente, abarca el todo mundo
donde haya dinero para pagarse un aire acondicionado. Pagárselo. La felicidad
de un cubano es tener las pelotas encogidas de frio. La de AQUI es tener 40
grados a la puerta de casa y el moquillo de puertas para adentro aunque mi
moquillo me cueste mi dinero.
Mientras subo a casa recuerdo el que quizás haya sido mi único
triunfo social, lo que parece poco después de tanta asamblea, de tanto
camarada, de tanta pintada, tanto cartel y panfleto, tanto espray y tanta
carrera hacia lo lejos. Mientras vivía en Florencio Quintero, si hombre, una
calle cuyo mayor merito reconocido era su proximidad a esa otra con nombre de
agua embotellada, la Sánchez Perrier, que a su vez era meritoria por su
edificio de la Seguridad Social, mantuve una buena relación con vecinos y
comunidad. En el fondo estoy convencido de que fueron las frecuentes visitas de
varias amigas muy expresivas, y la variedad de ellas, los que me dieron esa
credibilidad social (creo firmemente en la frase 'Hacer el amor es divertido:
conoces gente') más que las exhibiciones del 'Investigación y Ciencia' en mis
desayunos en el bar de enfrente. Logre convencer al presidente de la comunidad
de que solo se abriera la ventana del pasillo del cuarto piso que daba al patio,
así el aire frio del amplio zaguán subía por el hueco de la escalera aspirado
por el aire caliente del piso superior que salía por la mencionada ventana,
refrescando escalera y pasillos. Tras unos días de prueba el presidente me dijo
que le gustaba como funcionaba aquello. Unos años después, en 2002 me fui a
vivir a Almensilla. En 2012, aprovechando que pasaba por la zona me acerque a
mi antigua casa para saludar a los vecinos. Encontré al antiguo presidente y
tras los saludos y frases comunes me dijo: '¿Sabes que aún seguimos manteniendo
tu idea de la ventana?'. Salí de allí con la sensación de haber hecho algo en
la vida y por ello permanecer en lo que la gente hace, que seguramente dura más
que permanecer en una memoria en la que la historia son hojas al viento.
En esta sociedad, tan llena de titulados y de conocimientos,
de información de todo tipo, es cada vez mas patente la visión premonitoria y
certera del gran Ortega y Gasset, tan tempranamente recogida en 'La rebelión de
las masas’. En un siglo en que la loa a las rebeldías ha sido mucho mas
empalagoso e insufrible que las propias rebeldías (apenas unas cuantas han
tenido valor y originalidad, la mayor parte han sido copias malformadas) este
titulo, que podría atraer por igual a la izquierda y al fascismo, no
corresponde a lo que sugiere: una rebelión por un buen motivo, sino todo lo
contrario. El resultado de esta rebelión es el insufrible triunfo de la
vulgaridad, de la nada más absoluta en nombre del derecho a hacerlo.
Unas cuantas citas dejan meridianamente claro por qué este
libro no es sino un titulo pegado a un filósofo en lugar de ser una obra
capital del siglo XX:
"El hombre-masa
es el hombre cuya vida carece de proyecto y va a la deriva. Por eso no
construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes sean enormes".
"Ser de la
izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el
hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la
hemiplejía moral".
"Quien quiera
tener ideas necesita antes disponerse a querer la verdad y aceptar las reglas
del juego que ella imponga".
"Porque a la postre
la única cosa que sustancialmente y con verdad puede llamarse rebelión es la
que consiste en no aceptar cada cual su destino, en rebelarse contra sí
mismo".
"¿Cómo no temer
que bajo el imperio de las masas se encargue el Estado de aplastar la independencia
del individuo, del grupo, y agostar así definitivamente el porvenir?".
Pero de entre todas ellas me quedo con esta. Ninguna define
mejor la proliferación de declaradores profesionales en todos los medios,
procedentes de todas partes, de todos los orígenes. Ninguna explica mejor por qué
se nos encoge el cerebro y por qué el corazón pierde las esperanzas y solo va
confiando ya en el destierro o las hostias:
"Ya no es sazón
de escuchar, sino al contrario, de juzgar, de sentenciar, de decidir. No hay cuestión
de vida pública donde no intervenga, ciego y sordo como es, imponiendo sus
'opiniones' ".
Pero no hay problema
Vivamos los días de la suave primavera,
gocemos los dulces frutos del verano.
Mañana, quizás mañana,
lloremos los diez mil días del ayer.
(Como tengo por costumbre cito el lugar de donde he tomado
estas citas:http://literatura.about.com/od/delasobras/a/Citas-De-La-Rebelion-De-Las-Masas.htm
)
Javier Navarro
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por ignorancia en el manejo del blog no estaba permitida la escritura de comentarios. Les animo a hacerlos, si les place,,,