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jueves, 2 de abril de 2020

Libertad y Ser.

Libertad y Ser

                La lectura de diversas obras del filósofo Byung Chul Han, y también del sociólogo y filósofo Sigmund Baunman, inspiran este artículo. Sus planteamientos sobre una sociedad sacudida a todos los niveles por una modernidad líquida, inestable, que da paso al individuo narcisista, imbuido de positivismo, que se cree libre, que apenas llega al Conocimiento por falta de tiempo para la reflexión y porque no experimenta experiencias sino vivencias, que se auto explota hasta la depresión y que es parte de una gigantesca manipulación sicológica (Neoliberal) que le impulsa al consumismo, han sido para mí una vía enriquecedora para entender y dar respuestas, al menos en parte, a viejas preguntas que databan de mediados de los 90 y que crecieron con el paso de los años en este siglo XXI. 

Preguntas que tenían como fondo el crecimiento de lo políticamente correcto, el buenismo, el positivismo exagerado, el populismo, el lenguaje inclusivo, el feminismo radical (yo lo llamo de sustitución), la degradación en la educación, el enorme crecimiento de paletos y necios (apoyados en la redes sociales y en realities) y las políticas de fragmentación social cultivadas fundamentalmente por la izquierda tras la caída del muro de Berlín y la desaparición del equilibrio de bloques.

También debo destacar que es bastante osado por mi parte la referencia al Ser, uno de los conceptos más controvertidos en filosofía. Lo he hecho por destacar más la relevancia de la Libertad, como un componente esencial en la creación y desarrollo de la persona.

                Hace años que la libertad es uno de los pilares del marketing y más concretamente de la publicidad. También hace años que escribí mi primera aproximación filosófica sobre este tema (bien intencionada aunque de baja calidad). 

                También quiero destacar la diferencia entre libertad y expresión de la libertad. La expresión de la libertad está normalizada desde tiempo inmemorial en bases culturales y de derecho. Costumbres y Leyes. Los cambios en dichas normas son consecuencia de cambios en las sociedades por causas económicas, religiosas, ideológicas o, incluso, medioambientales (1) No forman parte del dominio de libertad íntima que es para mí la única libertad real por ser producto personal, vinculada al conocimiento, la ética y la inteligencia, y además irreprimible.

        (1)     Las más modernas teorías y estudios históricos hacen un gran hincapié en las enormes y decisivas influencias de los cambios medioambientales en las sociedades y culturas hasta el punto de ser causante directo de la caída o desaparición de muchas de ellas.

Hay muchas razones que explican la importancia crucial de esta capacidad del espíritu humano en nuestra época, aunque no es privativo de nuestra época la alta consideración que históricamente ha tenido tanto en lo espiritual (el concepto de Libre Albedrío es esencial en el Cristianismo como base para la salvación personal) como en lo social, configurando la aceptación de deberes de obediencia y de jerarquías que culminan en la Revolución burguesa con una redefinición del papel de la libertad en el mundo futuro y en cierto sentido retirándola del ámbito espiritual (como un don del alma) dándole el más mundano, y controlable, rol de Derecho jurídico. 

Este cambio tiene para mi gran importancia pues va a erosionar el sentido de la libertad como algo privado, personal y anímico en favor de lo público, colectivo y legal. La libertad pasa a ser algo que se puede conceder y algo a lo que se tiene Derecho. La Libertad pasará a ser una reivindicación pormenorizada de derechos, olvidándonos de la que siempre hemos poseído, nuestra verdadera libertad: la capacidad de decidir, de elegir.

En la actualidad (2019) la percepción sobre la libertad es, para la mayoría y por desgracia, una percepción sobre la realización de los deseos. La libertad se percibe en la medida en que un deseo es realizado. Esta relación, perversa en sí misma, une libertad y deseos y es esencial en el esquema del Consumismo. 

El filósofo Byung Chul Han analiza la influencia de la libertad en el consumismo, así como el uso que la tendencia Neoliberal hace de la libertad. Para este filósofo, al que se vincula con la Escuela de Frankfurt, la libertad nace o se asocia a la negatividad. 

Estos conceptos, positivismo y negativismo, son esenciales en la comprensión de la moderna filosofía. Desde la perspectiva Neoliberal, que relaciona libertad y deseo, tal como hemos comentado antes, en cuanto que la libertad es utilizada como argumento esencial en la realización de los deseos (caprichos), la libertad está sometida al positivismo del deseo (2) y por tanto la libertad es un bien positivo y carece de negatividad. 

(2) Se califica el deseo como positivo pues no existe un deseo negativo, no en un sentido moral, sino en el sentido de que no existe un deseo negativo o inverso, como por ejemplo el anti deseo de pan o de guitarras o de amor. La libertad, por el contrario, da la posibilidad de aceptar o rechazar y por tanto puede ser negativa.

Esta afirmación debe anotarse como la sensación sicológica que se pretende imprimir en cada uno de nosotros, no como una realidad, pues la libertad sigue surgiendo de una negación sobre la corriente mayoritaria. Desde esta visión positivista solo sirve para aportar y no sirve para rechazar. Se vincula al consumo que siempre aparece como positivo y como realización pues ha sido adornado con el símbolo esencial de la individualidad: la libertad.

Hay que incluir en esta trampa sicológica otros elementos que refuerzan este enlace. En el Consumo se divinizan aspectos como la inteligencia, la personalidad (personalización) y la independencia, claramente relacionados con la idea mística de libertad. El resultado es el refuerzo de personalidades aisladas y con un fuerte acento narcisista. 

Necesitamos la sociedad tan solo para mostrarnos adornados por los símbolos que nuestra inteligencia (independiente, personal y libre) ha cosechado entre lo mejor del Mercado. La sociedad, descrita por la publicidad y los medios como una multitud anónima de teloneros, es un marco de coincidentes deseos, un marco en que el Único (cada uno de nosotros) puede exhibirse con las galas conseguidas, tan solo un espejo en que solo percibimos el rastro de nuestra presencia. Somos individuos aislados en medio de una ingente multitud de desconocidos que están allí para admirarnos.

                Hay aspectos de esta libertad, relativos al tiempo y al ámbito (aparece vinculada a una etapa tardía: la realización del hecho, y se aplica en un ámbito virtual: deseos) que nos van deformando y aislando. El resultado es frustrante: (la libertad solo conduce a errores) si el deseo no ha sido satisfecho; o hedonista: (la libertad solo conduce al placer) cuando el deseo ha sido completado. En uno u otro caso solo hay un ganador: el Mercado y el Consumo. 

Y es que el Consumismo se basa en el deseo, administrado en tres etapas: generación del deseo, culminación del deseo y disipación del deseo. Son las etapas inicial y final los grandes éxitos del neoliberalismo pues degradan uno de los elementos esenciales del Ser: la capacidad de decidir para crecer, que es la etapa primigenia y viva de la libertad (abre nuevas posibilidades y desafíos), sustituida por una simple y decepcionante elección que aplaque (pero que no sacia) un deseo impostado. 

Desde la perspectiva neoliberal del consumismo la libertad es un artículo de usar y tirar que genera vivencias pero no experiencias y que se acaba vinculando a la insatisfacción y a la insuficiente capacidad de compra. Al final la propia existencia de la libertad es solo una medida de nuestra cuenta corriente y por tanto, la libertad exige producción para poder ser utilizada para el consumo. 

Con el estímulo de una falsa libertad entramos en la fase de autoestímulo de producción para satisfacer la libertad de consumo. Byung Chul Han llama a estos individuos Sujetos de Rendimiento. Resultado: Autoexplotación, Aislamiento y Frustración. El círculo se ha cerrado.

La Autoexplotación no solo surge o se expresa en el ámbito laboral o profesional. Lo va abarcando todo: el gimnasio, las redes sociales, la televisión, la cocina, la relación con la naturaleza, la aventura, el turismo, etc.

Nos exigimos rendimiento en todos los ámbitos: en el número de flexiones, en el número de ‘Me gusta’ y amigos coleccionados, en el número de Series y capítulos vistos en un día o en un fin de semana, en el número de platos diversos que podemos preparar, en el número de caminos y kilómetros recorridos, en las olas máximas superadas, en el número de ciudades visitadas, de transbordos realizados, de aeropuertos derrotados... Al final solo somos un paquete de cifras que nos autocalifican y que, para nuestra desgracia, alimentan estadísticas del Mercado. 

Nos agotamos en estas actividades y no contentos con ello nos agotaremos buscando alternativas constantes que alimenten nuevas cimas y cifras. También lo haremos a destiempo, tanto por la época estacional (lo de invierno en verano y viceversa, depende de cuando tengamos vacaciones) como en la propia edad de cada uno. No hay respeto por el cuerpo: el famoso ‘We can do’ (Nosotros podemos) de la campaña de Obama, se aplica como un turbo compresor que nos catapulta a destrozarnos sin piedad. El simple hecho de Poder representa una exigencia de Hacer. El ‘Antes muerta que sencilla’ `parece la mejor letra para este desfile de payasadas.

La época actual se caracteriza por la complejidad y está dominada por la psicología. No tememos a un poder vigilante y violento. Ni siquiera la desmesura de leyes o cargas. Tememos quedarnos fuera de la fiesta. Tememos no estar a la altura de las exigencias del Mercado. Tememos no poseer el bolsillo para estar en él. Tememos no poseer lo que más agrado acapara, el top del deseo.

Mi percepción de la libertad la liga al conocimiento como su base esencial, la desplaza en el tiempo (es la base de la decisión y no de la realización) y la desvincula del deseo como motor principal. La consecuencia es que Mi libertad es un hecho íntimo, se basa en mi conocimiento y sus consecuencias pueden ser asimiladas como experiencias. Desde esta perspectiva la libertad está en fase con el Ser: intimidad, conocimiento y experiencias son atributos de los que se alimenta el Ser. No solo no temo a mi libertad sino que la puedo agrandar. Además no puede ser controlada puesto que siempre nace de mí y solo puede ser limitada parcialmente en la medida en que pueda ser limitado mi conocimiento, tan solo vía la restricción de información.

¿Cómo se llega a asumir el concepto de falsa libertad? Para mí, que ligo libertad con conocimiento, la respuesta está en la noción (incorrecta) que vincula, o más bien asimila, información y conocimiento, como si el simple consumo de información proporcionara directamente conocimiento. Esa información, con frecuencia efímera y poco contrastada, parece proporcionar un soporte suficiente a la libertad y a la toma de decisiones.

Lo que se ha dado en llamar Conocimiento Distribuido ha pasado de una simple metáfora a ser asumido como una realidad por una ingente multitud de ignorantes: no es lo mismo saber localizar una respuesta en Google que entender lo que significa y mucho menos aplicarla de forma consecuente. El formato de respuestas memorizadas no implica Conocimiento tan solo memoria. El Conocimiento tiene entonces la misma transitoriedad que la información, se toma y se tira, no deja poso y eso es en sí mismo un oxímoron: si es tan insípido y tan leve no es Conocimiento. El conocimiento es perturbador y esta perturbación es precisamente una señal de su llegada.

El Conocimiento es mencionado en la literatura religiosa como Revelación, lo que parece indicar una Instantaneidad tanto en la presentación de dicho Conocimiento como en su captación e incluso en la trascendencia que tiene para el individuo que la vive, ya que cambia por completo su Existencia. Es un caso especial de conocimiento, sin duda, acelerado y mágico, como corresponde a su procedencia Divina. Además, en otra poderosa metáfora, el verdadero Conocimiento solo puede provenir de la sabiduría del Ser Supremo.

En la mayoría de los mortales no será este el modelo de Conocimiento más frecuente. Casi nunca lo sentiremos como algo inesperado e instantáneo, sino como un proceso que va teniendo culminaciones a lo largo de periodos de tiempo más o menos largo. Debo aclarar que el conocimiento del que hablo es de aquel que llega a formar parte de nuestro yo, del que tiene sentido vital. Será, muy probablemente, una parte escasa del conocimiento general que adquirimos. Hay una barbaridad de este vinculado a nuestro mundo profesional, y otra gran parte relativo a nuestras aficiones. Pero bien sea por la obsolescencia que arrastra a todo lo vinculado con las tecnologías, bien por cambios en nuestras aficiones, solo una parte de esto acabará en nuestras alforjas de caminantes.

Esta sustitución del Conocimiento, como sustento y vía de creación personal, por la simple Información conduce a decisiones, y comportamientos, que con independencia de haber sido, o no, meditados, carecen de sustento y tienen en general malas consecuencias. Esto es algo que afecta incluso a los que tienen más Información y Conocimiento, pero en estos es más frecuente que las malas situaciones vividas por un mal uso de la Libertad se perciban como Experiencias, que se suman al conocimiento de uno mismo, al Ser, y lo hacen crecer, en tanto que para los que están más volcados a la Información la perciben como Vivencia, una realidad vivida, percibida como un instante, como un hecho casual y que no se incorpora de forma didáctica al Ser.

Las consecuencias de este concepto erróneo de Libertad sobre las personas son manifiestas, por la desorientación ética, por la falta de construcción del ser, y por una deriva materialista dada la necesidad de realización de deseos. Pero también genera una falta de proyección hacia el futuro causada por la velocidad y lo efímero de las vivencias. 

La velocidad en el día a día lleva a la falta de reflexión y por ende a la no incorporación de lo vivido al paquete personal de Experiencias. Pero ¿no hay aprendizaje? Claro que lo hay, pero no es lo mismo actuar por un reflejo condicionado (‘Esto salió mal, no lo vuelvo a repetir’) que entender cuáles fueron las causas de una mala vivencia: si no la repetimos no es por temor irracional, sino por haber aprendido cual fue el problema.

Cuando se rechaza la reflexión, el hábito de recuperar sucesos y entenderlos antes de incorporarlos a nuestra experiencia, adoptamos el más frecuente modo de conducta refleja, basada en la aceptación por placer o en el rechazo por miedo. El placer es propiedad del Mercado ¿adivinas quien se ha quedado con el Miedo?

Los Políticos y Medios son los maestros en el uso del Miedo como soporte del Mensaje. Lo hacen a sabiendas de que nuestro cerebro responderá siempre ante ese estímulo, y punto final. Punto final porque, a diferencia del Mercado, que quiere compradores, los Políticos no necesitan compradores, quieren gente que rechace a los rivales, que tema al Otro, que los desprecien, que los odien si es posible. 

Ya no se busca el voto por méritos propios sino por Miedo a que gane el Otro. Sartre decía ‘El infiernos son los otros..’ Así, es posible encontrar con bastante frecuencia personas que apoyaran de forma sistemática a un grupo político, aunque abiertamente reconozcan la incompetencia, la inmoralidad o la corrupción de los líderes de dicho partido. Este tipo de votante, fuera de toda ética, contribuye tanto como sus indeseables líderes en el mantenimiento de sistemas injustos y que condenan a toda una sociedad a un estado de tensión, de indignación o, por cansancio, a una pura inacción que lleva al desmoronamiento de la estructura social, al paro, al hambre, a la delincuencia y a la aparición de grupos extremistas que resolverán de forma violenta ese estado de insatisfacción generalizada, mediante conflictos que pueden ir desde huelgas y desmanes callejeros, hasta la propia guerra civil. Y todo por mantener en el poder a inútiles o antisociales líderes.

Dos apuntes sobre el Otro y los Partidos políticos.

Mi propia visión del Otro y la Otredad, están basados en múltiples lecturas y asumo en general la visión que S. Baunman o Byung Chul Han, muestran (a través de gran cantidad de citas de diversos autores) en sus escritos. Es todo lo Diferente, lo que esta fuera del Yo y con frecuencia mi Complementario. No es solo lo que tiene que ver con el Extraño, con las castas, con las culturas, ni implica necesariamente rechazo, por el contrario puede resultar atractivo y fascinante. 

En otros escritos entraré en cómo la corriente de Modernidad Positivista pretende la transformación del Otro en pura Igualdad, por la vía incorrecta del Igualitarismo y de la destrucción de las propias culturas como una forma de llegar, en absoluto al Amor, tan solo al Narcisismo. La Igualdad positivista no acepta la Diversidad, que le viene grande intelectualmente y pretende sustituirla por una decepcionante y aplanadora monotonía de ideas, lo que se conoce como Pensamiento Único. Dicen amar al Otro pero siempre que sea Igual que Yo. Narcisismo puro. Ciertos aspectos de la expansión de la Homosexualidad en esta época pueden vincularse a este gran momento del Narcisismo.

Esta cita me parece muy interesante (diccionario de conceptos online)

‘¿Qué es otredad?

La otredad es no percibir al otro como igual, sino como alguien diferente, que no forma parte de nuestra comunidad. Implica la diferenciación de que el otro no es igual a nosotros, pero no se relaciona con algo negativo.
La otredad no implica que el otro deba ser discriminado, sino que es la capacidad de respetar, reconocer y poder vivir armoniosamente con esta diversidad. Esto da la dimensión de que cada persona es única e irrepetible en el universo.
Este concepto se puede ver en la sociología, antropología y en la filosofía, así como también en otras ciencias. El distinguir al otro como diferente a uno mismo, es decir como alguien externo a nuestro ámbito. Esto no quiere decir que el otro debe ser discriminado o dejado de lado, sino todo lo contrario, es un concepto que acepta la diversidad y conlleva una convivencia entre las partes.

En cuanto a los Partidos políticos y su empleo del Miedo me centraré solo en los modelos democráticos españoles.

Un partido político es una institución de ámbito privado, creada con el objetivo de alcanzar el Poder en diversos ámbitos del País o del Estado. Desde lo Municipal hasta lo Nacional o Internacional. Es creado con aportaciones privadas y se acoge a reglas de funcionamiento interno propias y de acatamiento a la Jurisdicción nacional (Constitución o leyes específicas) para su reconocimiento legal y poder concurrir a elecciones.

O sea, no es una institución benéfica, ni se debe al servicio de la sociedad, ni es altruista, ni filantrópica, ni mucho menos. Es un ente que busca el dominio sobre la Sociedad y que opera como una Unidad de Combate contra los demás Partidos. Su objetivo en este sentido es quedar siempre por encima de los demás o directamente tratar de destruirlos o dejarlos dañados en su imagen pública. Este es su modo de actuación. 

Como vemos la sociedad aparece como un ente a dominar, mediante fases que van desde la influencia inicial, hasta el control y por último la imposición del plan político en todas la áreas de la vida social: las clases permitidas, las privilegiadas, el modelo económico, las instituciones, el pensamiento aceptado, et...

Un partido no tiene por qué contar con la Sociedad en la elaboración de estrategias, para eso tiene sus socios (y voy a dejar esta palabra porque realmente es un Negocio), estrategias que se dividen entre el ataque continuado a sus rivales políticos, y los sistemas de distracción y control sobre la sociedad. La discutible democracia interna de los Partidos hace que sea una mera ilusión pensar que los planteamientos sociales llegan a formar parte de las propuestas conocidas como programa electoral.

¿Cómo puede un ciudadano no afiliado llegar a sentirse parte en cuerpo y alma de estas tribus de estafadores? Dejando aparte la posible relación directa con personas adscritas al partido, lo más común es que su ‘filia’ se logré a través del segundo elemento distribuidor de basura y Miedo: los Medios. Aquí debo hacer una reserva respecto a los profesionales de dichos medios, muchos de ellos brillantes, lucidos en su planteamiento y justos en la medida en que sus análisis pueden incluir una sana dosis de crítica. 

Mi duro planteamiento va contra los entes empresariales que son realmente estos Medios. Machacones, siempre pendientes de la paja en el ojo ajeno, colaboradores infatigables en todo tipo de campañas de infamia, de desprestigio, asumiendo sin parar el papel de jueces y de maestros de la ‘Verdad única’. Mucho más presentes en la radio, o en la multimedia: TV e internet, llegan a ser para muchos ciudadanos una autentica droga que deben consumir a diario para sentir como crece la bilis, como se arma nuestro brazo de poder contra los malvados, siempre los Otros. Acríticos, agresivos, falsos, corruptos, desfasados, evocando siempre pasados más que olvidables, no son más que el ruido que aturde y confunde día a día. Omnipresentes, soberbios, maleducados, zafios, ignorantes o peor aún necios, expanden de forma exagerada mensajes de miseria y corruptelas, hasta el punto de difundir la imagen de una Sociedad siempre al borde del desastre si no estamos en el lado bueno.

Ese mismo ciudadano que los sigue ¿acaso no vive en una Sociedad que demuestra día a día su capacidad de convivencia, su responsabilidad, su solidaridad? ¿Acaso vive en su trabajo el tamaño desorden que pregonan estos voceros del Apocalipsis? ¿Acaso en la calle, en los centros comerciales, en las plazas encuentran sin parar ejemplos que avalen, siquiera en un mínimo sus afirmaciones de injusticia, de opresión, de desigualdad, de odio? Es difícil que lo hallen, porque nuestra sociedad es una de la más abiertas, progresistas y solidarias del mundo. Ese mundo de odios y fricciones que ellos proclaman solo es un intento de llevar el inmoral, y antiético juego de los Partidos a la calle, a ocupar el lenguaje social y a sustituirlo por el contundente, sectario y vacío lenguaje político. Y de esto se trata: esta sustitución es intencionada y necesaria para que el lenguaje social desaparezca, para que lo que tiene sentido en nuestras vidas solo sean reflejos de sus miedos y ambiciones. Un lenguaje, vacío, bronco que habla de individuos sin ética, con contenidos las más de las veces indemostrable: ‘Usted vive en una sociedad corrupta, rodeado de personas que le odian y solo yo le muestro la verdad’

Usted no es ese personaje, y si se siente representado por ellos, reflexione, algo no va bien ni en usted ni en su precepción del mundo. Porque el poder de ellos no emana de ellos, emana del seguimiento que usted práctica, porque ellos como personas son nada, no son de esta Sociedad, y probablemente, tampoco de este mundo.

Hable con sus vecinos, con los que comparte su vida, sus esperanzas, sus necesidades y emociones. Ellos saben de lo que hablamos, porque ellos son su Sociedad, su Mundo.

Desde el concepto de Libertad interior, su conexión con la Inteligencia y el Conocimiento, pasando por la deriva Ética que supone la aceptación de la falsa Libertad hemos llegado al efecto social que supone la actuación condicionada al mensaje de Deseo-Placer que nos empuja al Consumismo, y al del Miedo al Otro, soportado por Políticos y Medios y a las desastrosas consecuencias que conlleva. 

Sí, es solo una posibilidad pero mi intención no es ser profeta sino poner un nuevo punto de vista, un análisis diferente, al alcance de quien pueda asimilarlo y actuar en consecuencia.


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