La
escuela.
-
Javier, hazle la ficha a Luis, que se
quedará con nosotros hasta el final de curso. Después le tomas una lección de
lo que estamos dando ahora en tu grupo y ya me dices como le ha salido.
Hace tres años que Javier hace las fichas
de los nuevos en el cole y también hace de ayudante de la maestra en dar
lecciones a otros niños de menos edad, entre otros los hermanos Climent,
Vicente y Fernando, que son los que vienen de mas lejos. Cada día caminan 6
kmts si el padre o el hermano mayor no los pueden acercar. Lo de las fichas se
le ocurrió a doña Pastora, una teresiana muy ocupada y feroz organizadora. A
Javier le da prestigio, pero ya esta un poco harto del tema. Hace también tres
años que estudia el mismo libro y si no
fuera por la permanencia (dos horas extras de clase después del colegio) no
tendría nada que hacer.
La escuela es una gran habitación de 70 m2,
diáfana con tan solo un gran pilar de soporte situado más o menos en su centro.
Tiene dos puertas de entrada, cada una con dos escalones de cemento y cada una
también con un limpia suelas de hierro al lado derecho de los escalones. Estos limpia
suelas consisten en una pletina de hierro de 7 mm de grueso, 6 cts. de alto y
40 cts. de largo que tiene soldada en sus extremos dos barritas cilíndricas que
se clavan en el suelo, dejando elevada la pletina unos 20 cts... En los días de
lluvia era necesario, y obligatorio limpiarse con ella el barro que llevaban adherido
los zapatos, que con frecuencia podía pesar el doble que estos. Todas la casas tienen uno al lado de la puerta.
Tiene la escuela 2 ventanas por el lado de
las puertas y 3 por el otro lado, que da al norte. Son de madera de pino
pintadas de verde, como las puertas. Al fondo de la habitación hay un pequeño
retrete que pertenece a, y se comunica con, la casa de la maestra. Todos los
niños dicen de forma convencional ‘Señorita ¿puedo ir al cuartito?’ y cuando la
maestra les da permiso salen al exterior y orinan sobre la pared que da a la
carretera o sobre la que da al norte, depende del frio que haga. Las niñas si
pueden ‘ir al cuartito’ con propiedad, pues no se considera edificante lo de
hacer mear a las chicas en plena calle.
Es luminosa la escuela, con frecuencia estará
una de las puertas abierta, y en general bien ventilada. En el frente a la
izquierda hay una pizarra, de marco de madera de pino, en el centro esta la mesa de la maestra y a
la derecha hay un mapa de España de un tamaño similar al de la pizarra. Delante
de una y otro hay un banco sencillo de metro y medio de largo, en la parte del
mapa hay dos bancos más de esa clase. Se usan para sentar a los más pequeños y
forman como un parvulario dentro de la escuela. En el lateral izquierdo hay un
armario de doble puerta con cristales en el que están las fichas de los alumnos,
libros de lectura, catecismos, cuadernos de clase, cuadernos de caligrafía,
libros de imágenes para la clase de dibujo, tizas blancas y de color, pequeñas
pizarras individuales, cajas de lápices y pizarrines, de los que chillan y de
otros tiernos que dibujan maravillosamente. Además hay tinteros, plumines,
sacapuntas y borradores. También tiene unos botes de cola liquida que huelen a
libros nuevos. Al fondo a la derecha hay otro armario, mas alto, mas
convencional, con dos cajones en la parte baja, que tiene los enseres para la
misa, que se celebra allí cada Domingo o cada dos Domingos, según esté el
tiempo, el cura y la carretera. Tiene el armario en sus perchas una o dos
albas, tres casullas (roja, verde, morada), cíngulos y manípulos de los mismos
colores. Una pesada ara, forrada de lienzo blanco. Un cáliz, que también hace
de copón. Dos candelabros y un atril de
bronce, vinajeras, lavamanos, patena, dos palmatorias. En los cajones
hay amitos y manteles para cubrir la mesa de la maestra que hará de altar.
Seis filas de pupitres dobles, con asientos
abatibles, de pino, cada fila con cuatro bancas, son el lugar de trabajo para
los hasta 50 chavales que puede contener la escuela. Y es valido lo de
contener, que no retener, pues muchos preferirían vagar tras zorzales y ‘londros’,
tras gorriones y ranas, en lugar de agotar sus inquietas cabezas en el vasto
conocimiento de las enciclopedias Álvarez, cuyo primer tomo tiene lo menos ¡60
páginas! Y si sobrevives a eso te espera el segundo, que muérete, tiene lo
menos 100.
La
planta
La ‘planta’ (la plantada) una tarea
agotadora en la que los hombres van a hacer hasta 10 o 12 horas al día en una
forma de trabajo que se llama ‘por cuenta’, en la que no se pagan las horas realizadas sino la
superficie trabajada. Cada grupo de ‘plantaores’ se llama una cuadrilla y esta
formada por unos 20 a 40 hombres que pueden ya venir formando parte de una de
ellas o integrarse en alguna a medio hacer. En cierto sentido es un trabajo
profesionalizado y los mejores, los más fuertes y expertos forman cuadrillas
que se unen año tras año y con su ‘encargao’ negocian con los propietarios el precio
por hectárea y las hectáreas a hacer. Además se negocian otras cuestiones:
alojamiento temporal, comida y bebida, otra contratación para el resto de
temporada, etc. y eso que ya es conocido por todos se arregla en unas cuantas
frases, con un ‘caldo gallina’ o unos ‘Ideales’ quemándose lentamente en la
esquina de los labios. Se habla poco y cuanto menos hables mas entiendes del
tema. Eso también es parte del negocio y esas reglas son las que hay. La
fanfarronería no dura más de una temporá aunque los fanfarrones duran mas de uno y mas de dos. En
el campo ‘to se sabe’.
Alrededor de la cuadrilla de ‘plantaores’
aparecen otros empleos: los que arrancan el arroz de los semilleros y hacen las
garbas, que casi siempre son mujeres, o niños, o los empleados fijos de cada
propiedad. Los que llevan las ‘bestias’, algunas veces llamados ‘arreadores’, y
reparten las garbas. Habrá una mujer o un niño por cada 10 ‘plantaores’ que se
ocupen de arrimar las garbas descargadas desde el ‘trineo’. El chanca, o aguador, que lleva el
agua, el vino y la comida a la cuadrilla. El manijero, que es el que se encarga
de hacer que se esté en el tajo a una determinada hora y se de dé de mano para
el bocadillo, para comer, o para finalizar el día. Es la mano derecha del
capataz, que a su vez es la mano derecha
del propietario. En el campo la mano derecha es la que manda y las cosas se
hacen por derecho, eso lo entiende todo el mundo y por eso el campo tiene pocas
reglas y con esas basta.
La
cuadrilla
A las siete de la mañana el agua esta fría
pero el barro se siente tibio y suave. Chapoteos y voces llenan el aire, los
charranes pican atrapando ranas y alevines de carpa. Las mujeres llenan los
trineos de garbas, ya lavadas y sin fango. Los encargados de las bestias las
arrean para deslizar los cargados trineos.
-
Aaarreee muuula, joia, no te coma lah
hierba…!
-
Más ligero con esas garbas que los
plantaore ya están esperando!
-
Yéname er trineo apriza, que va corto er
reparto…
La cuadrilla en una larga fila, todos
inclinados, van metiendo los ‘piquetes’ en el fango. Hay que hacerlo con
rapidez y cuidado, para que no se suelten con el viento y las pequeñas olas.
Toda la fila se mueve por igual, retrocediendo en pequeños pasos, quedando el frente lleno de los verdes tallos
del arroz joven. Algunos plantaores llevan gorras, otros sombreros de paja. A
media mañana el calor y la luz reflejada en el agua invitan a buscar cualquier
sombra.
Las mujeres llevan pañuelos que dejan ver
solo sus rostros enmarcados como en una foto romántica. Blancos con lunares
negros, o rojos, o verdes… Sobre la cabeza los grandes sombreros de paja evocan
exóticas escenas chinas. Con el chapoteo y el lanzamiento de las plantas hacia
los ‘trineos’ van quedando los rostros salpicados de motas de fango.
El capataz, con el primer cigarrillo del
día, el humo lento en el aire calmado, vigila, entornados los ojos que todo se
haga ‘como está mandao…’, con la rapidez que la tarea quiere.
-
Niñaaa, echa mas garbas que ese trineo va
mu suelto toavia.
- Jocelitoooo, lava esas matas mejooo, hijo,
que llevan mucho fango, que estas dormio joiooo!.
Todos saben lo que hay que hacer, pero
alguien lo tiene que decir. Un capataz no es solo un vigilante. Es un libro de
recuerdos y modos de trabajo.
-
¡Andeee vaaa con ece mulo, cohone, que lo
esta pisoteando tooo…! ¿Cuánta vese he dicho que a la bestia hay que yevarla
corta en esta faena?
Los trineos son plataformas de madera
hechos con tres vigas macizas que hacen de esquíes y por la delantera están
curvadas hacia arriba para facilitar el deslizado. Sobre estas vigas se
clavetean planchas de madera transversales que constituyen la plataforma de
carga.
Algunas mujeres se arrancan a cantar.
Cantes de sierra, cantes de secano, cantes de minas y de fragua. Coplas,
sevillanas, fandangos, bulerías y soleares. Todo suave, coreadas a veces,
escuchadas en un silencio de chapoteos y afanes. Las manos, ya blanquecinas del
trabajo en el agua vuelan una y otra vez al pañuelo que cubre el pecho para
secarse un poco antes de limpiarse el rostro salpicado. Y siempre la risa, el
trabajo es duro, pero hay felicidad y se disfruta la compañía.
-
Y tu de ande viene?
-
Yo soy de Casariche
Y lo dice Antonia con una entonación
serrana que te llega al corazón, suave, sedosa, de marcadas eses.
-
Yo soy de Graná, de un pueblo chiquitiyo de
allí cerca.
- Yo tengo a mi mario en la cuadrilla, y si
no para de mira pacá le van a desi argo, que seloso eh er joio..
Y al decir esto no puede evitar una chispa en la mirada que la hace mas mujer, sin explicación racional que valga, porque el ser mujer como el ser hombre no entra en lo racional ni con calzador. Eso lo sabiamos entonces, lo sentiamos, porque saber, saber nunca se sabe ni se dice. Hoy hay que pedir cita para el sicologo, si tienes suerte y el juez no te ha mandao al penal de zorras con cojones. Eppur si muove (1) ... peazo de tia, cacho de hombre.
Y al decir esto no puede evitar una chispa en la mirada que la hace mas mujer, sin explicación racional que valga, porque el ser mujer como el ser hombre no entra en lo racional ni con calzador. Eso lo sabiamos entonces, lo sentiamos, porque saber, saber nunca se sabe ni se dice. Hoy hay que pedir cita para el sicologo, si tienes suerte y el juez no te ha mandao al penal de zorras con cojones. Eppur si muove (1) ... peazo de tia, cacho de hombre.
El capataz se ha marchado a otra parte de
la finca y el manijero da de mano para el bocadillo. Salen del campo y se
sientan en los almorrones y en el camino. Se abren las talegas y se sacan las
fiambreras de aluminio, las botellas forradas de nea para mantener fresquita el
agua. Tenedores y cucharas de palo. Se come entre risas y más charla.
El chanca ha llegado con su bicicleta. En
un par de serones lleva 2 grandes garrafas, una con agua, con manzanilla pasada
la otra. Es un vino fuerte, de mas de 15 grados, como la que ponen en la
cantina de Becerra, la casa de borrachos que dirá Alvarito años mas tarde. Los
plantaores se van a beber al menos dos garrafas como esta cada día. Apenas se
achispan, el trabajo es tan duro que todo se suda. Aunque siempre hay alguno
que bebe menos hay otro que bebe mas, el vino nunca se desperdicia… No faltan
los comentarios:
-
Jaaaay, joio, como le dah ar trinqui…!
-
Curritooo, que te gusta mah er vino que a
un bubiyo un bishooo…
Al agua de nuevo. El sol pica a finales de
Mayo. Las mujeres agitan a veces sus sombreros como si fueran abanicos. Una
ligera brisa se alza y un cante suave le sigue, agradecidos todos por el fresco
que alivia la calor.
Llega el mediodía. Se para durante una hora.
Algunos niños se acercan con más comida para las mujeres de la plantera, para
los hombres. El chanca trae, para la cuadrilla, una garrafa de vino y una gran
olla de garbanzos y pringá, que ha estado cociendo desde las ocho de la mañana.
Nadie en el mundo lo hace mejor que Remedios, la de Olvera, la mujer del
capataz. Se acercan los hombres con la fiambrera y la llenan del oloroso
potaje. Un buen vaso de vino. Se abren las albaceteñas que sirven para todo. Los
de la zona, como el ‘Patillas’, o Antonio el ‘Barbero’ comen en silencio,
masticando lentamente y con la mirada en algo que está mas allá del cielo o del
horizonte. Los otros charlan tras el primer arrimo a la pitanza.
-
Yo me voy cuando termine la planta. Tengo a
mi padre ya mu viejo en el pueblo, y es menester que esté allí pa llevá el
huertiyo y aprovechá el verano.
-
A mi me quea un mé po lo meno. Me voy a
queda pa la replanta, y si se puede tambié jaré la escarda. Ya veremo lo que
dice er capatah…
Las voces son huecas, salen de la garganta,
con gravedad. No es la voz de la broma, la del tajo en plena faena. Es la voz
de la seriedad ante la vida, de la dignidad, de lo que uno quiere o tiene que
hacer. O del deseo..
-
Po yo ehtoy deseando darme un arrimo a
Seviya cuando acabe la planta. Hay una mushasha en la Alamea que me tiene
enganao. Y no eh la primera veh que la buhco..
El Patillas es tan serio que aun diciendo
esto parece que fuera más a perpetrar un
deber que a buscarse un alivio. Pero deja salir un tonillo orgulloso que lo
hace más normal.
Adentro de nuevo. El aire encalmado y
caliente. La humedad levanta vaharadas de sofoco. Pesa la comida y el vino
confunde las sombras con los reflejos temblorosos del agua agitada. La tarde es pesada, pero cuando la sombras se
hacen alargadas se alza la brisa de poniente y las últimas horas vuelan. Todo
el cuerpo es como una máquina que repite incansable el movimiento. Agacharse,
plantar, coger el piquete, agacharse, plantar…
El sol besa el horizonte. La cuadrilla se
marcha.
(1) La frase atribuida a Galileo, ha sido utilizada con mucha frecuencia por gentuzilla desinformada y maliciosa, un tipo de personaje escupible y abundante, normalmente, en la orilla anti-todo de cualquier rio . Un magnifico articulo publicado en Investigación y Ciencia en 2008 revelaba que el altercado con la Iglesia no tuvo como motivo el heliocentrismo (Copernico ya publicó su teoria al respecto bastantes años antes, si bien los paletos anti ecclesia actuales se quedan en esto, y de aquí pasan a la hoguera, supongo que la de la barbacoa que se montó Galileo para celebrar su castigo, dan pena esos mocos mentales) sino el descubrimiento de los satelites de Jupiter y la ruptura que suponia esto con el modelo de Ptolomeo - Aristoteles (el divino orden de las esferas), además del incumplimiento de una promesa hecha al papa Urbano VIII acerca de la publicación de sus teorias. Afortunadamente este articulo de Wiki lo deja claro: http://es.wikipedia.org/wiki/Eppur_si_muove . A veces en Cotos durante la siega, en los secaderos coincidiamos hasta 5 tractoristas licenciados Universitarios. En Cotos tambien entra Galileo.
(1) La frase atribuida a Galileo, ha sido utilizada con mucha frecuencia por gentuzilla desinformada y maliciosa, un tipo de personaje escupible y abundante, normalmente, en la orilla anti-todo de cualquier rio . Un magnifico articulo publicado en Investigación y Ciencia en 2008 revelaba que el altercado con la Iglesia no tuvo como motivo el heliocentrismo (Copernico ya publicó su teoria al respecto bastantes años antes, si bien los paletos anti ecclesia actuales se quedan en esto, y de aquí pasan a la hoguera, supongo que la de la barbacoa que se montó Galileo para celebrar su castigo, dan pena esos mocos mentales) sino el descubrimiento de los satelites de Jupiter y la ruptura que suponia esto con el modelo de Ptolomeo - Aristoteles (el divino orden de las esferas), además del incumplimiento de una promesa hecha al papa Urbano VIII acerca de la publicación de sus teorias. Afortunadamente este articulo de Wiki lo deja claro: http://es.wikipedia.org/wiki/Eppur_si_muove . A veces en Cotos durante la siega, en los secaderos coincidiamos hasta 5 tractoristas licenciados Universitarios. En Cotos tambien entra Galileo.